Nace esta cerveza en 1993 con la intención de ofrecer un producto de buena calidad según los requisitos de la ley de pureza bávara del año 1516 (sólo agua, malta y lúpulo en la elaboración) y de ahí su nombre. Color dorado. Espuma blanca, fina y de duración media-baja. Nariz ligera en la que predomina un conjunto de aromas de hierba fresca y limpia, junto a flores de campo, hinojo, fondo de lúpulo y cereal tostado. Boca fresca, ligera y de entrada con tendencia dulce. Paso de boca cremosa y dominada por la malta. Final dominado por el lúpulo, amargo, tostado y secante, pero sin ser desagradable (o sea, al estilo pilsen) con equilibrio e integración y fácil de beber. Burbuja en su justa medida. Ligera, seca, amarga y equilibrada.
– Marca: San Miguel
– Origen: España
– Botella: de 33 cl.